El acoso escolar o bullying es cualquier forma de maltrato físico, verbal o psicológico que se produce entre los niños y adolescentes de manera reiterada, deliberadamente y durante largos períodos de tiempo. Actualmente, existen diferentes tipos de bullying, entre los que destaca el acoso a través de las redes sociales y las aplicaciones móviles.

Los estudios más recientes indican que los casos de bullying escolar producidos en España durante el año 2017 han aumentado en torno a un 20% con respecto al curso anterior, llegando a notificarse hasta casi 1500 agresiones en escuelas e institutos. También se ha percibido un agravamiento en la intensidad de los ataques que se perpetúan.

Debido al auge de las nuevas tecnologías y el acceso a los diferentes dispositivos electrónicos, el acoso empieza cada vez a edades más tempranas. Y el maltrato actual no está limitado a las aulas, sino que permanece con los adolescentes afectados las veinticuatro horas de todos los días.

¿Cuáles son los efectos más frecuentes del bullying?

A pesar de que existen diferentes tipos de bullying, los efectos en los adolescentes y niños que lo padecen son muy similares. Los cambios bruscos de personalidad, como que tu hijo se vuelva más introvertido o se encuentre sumido en una profunda tristeza constante.

Esta clase de experiencias son sumamente estresantes para las víctimas, lo que comúnmente deriva en intensos estados de ansiedad y depresión. Asimismo, tu hijo puede sentirse culpable y avergonzado de la situación que está viviendo, y reprimir la necesidad de hablarlo contigo.

El miedo constante a ser atacado afecta a todos los aspectos de la vida de tu hijo. Puede presentar problemas para conciliar el sueño, seguir una dieta alimenticia apropiada o tener malestares físicos como dolor de barriga o de cabeza. Es corriente que ponga excusas para evitar acudir al instituto ya que sus ganas disminuyen considerablemente. En los casos más graves de acoso, tu hijo puede llegar a autolesionarse o atentar contra su propia vida.

Detectar el bullying a tiempo

Si sospechas que tu hijo es víctima de abusos escolares es importante que le ofrezcas un entorno de seguridad en el que pueda hablar abiertamente, sin sentirse juzgado ni presionado. Si tu hijo es adolescente deberás ofrecerle tu ayuda con mucha sensibilidad, ya que en esta etapa es más difícil que entienda tu actitud y teme sufrir las represalias de sus atacantes si se ve expuesto.

Conviértete en su mayor aliado y planear conjuntamente una estrategia con la que esté de acuerdo, como por ejemplo asistir a clases de autoestima, de defensa personal o de algún tipo de deporte que le guste.

En conclusión, el acoso escolar es un problema muy grave que puede ocasionar consecuencias terribles tanto para tu hijo como para todo su entorno. Es muy importante prevenir la violencia en las aulas a través de la educación.

“El corazón y el fundamento de la terapia es la relación, hecha de honestidad, transparencia, franqueza, comprensión y compromiso. Creer en la persona y en las relaciones, con la capacidad resiliente y de superación”
Julián Martín-Aragón Martín-Aragón, Psicoterapeuta individual, grupo, pareja y familia

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